Estrategias en escenarios masificados – Frank Granados

Hoy por hoy, algunos embalses de nuestra geografía española sufren una presión de pesca sin precedentes, y en ocasiones, es casi imposible encontrar un hueco donde echar nuestros cebos al agua.

A muchos pescadores les gusta ir al embalse de moda a sacar carpas enormes que supuestamente salen con facilidad y sin apenas trabajarlo, sin embargo, lo cierto es que muy pocos son los afortunados que sostendrán un gran ejemplar. La mayoría de los pescadores dan vueltas con el coche por las orillas hasta encontrar un sitio cómodo donde aparcar al lado de las cañas, sombra si hace calor y resguardados del viento si lo hay. A continuación descargan y montan todo el equipo, ceban en cantidad y de forma concentrada lo más lejos posible de la orilla y lanzan las cañas poniendo sus montajes sobre la montaña de cebo. Estas personas creen en los cebos milagrosos, mágicos, que al pincharlos en el hair hacen que las carpas gordas se movilicen desde cualquier parte del lago buscándolos. Gastan su dinero y su tiempo recopilando información sobre los cebos con los que se han sacado peces records y les da igual el precio, si un kilo vale 25euros no hay problema, el coste será por “el ingrediente mágico”. Tengo que admitir que un buen cebo es importante pero sólo es una pieza más del gran rompecabezas. Siguiendo estas pautas, las probabilidades de engañar a un pez de tamaño considerable son verdaderamente escasas, por no decir nulas. Nosotros en cambio, centraremos todos nuestros esfuerzos en conseguir picadas donde pocos las obtienen.

El hecho de que haya muchas personas pescando no significa que nos tengamos que poner en el primer sitio en el que quepamos, por lo que para empezar, averiguaremos un área tranquila lejos de gente ruidosa. Tendremos en cuenta la dirección del aire, a ser posible nos situaremos con viento cálido de cara o frío de espalda. Si lo hubiere disponible, sería acertado hallar un emplazamiento con árboles sumergidos, frentes de algas, grandes rocas… ya que proporcionan cobijo y seguridad a las carpas. También son muy interesantes las entradas de agua y por consiguiente, entrada de comida para los peces. Cuando detectemos un sector que cumpla algunas de estas peculiaridades nos detendremos sin sacar los tratos del vehículo, y con el apoyo de unos prismáticos observaremos el agua en busca de algún signo que delate la presencia de las carpas. Normalmente suele ser al alba o a la caída del sol cuando los peces están más activos y se dejan ver con más facilidad. Al terminar la evaluación visual previa, si el sitio no nos convence continuaremos la búsqueda.

Una vez finalizada la primera selección del escenario de pesca, examinaremos la orografía y composición de las orillas sumergidas. Perderemos el tiempo que sea necesario sondeando la zona elegida hasta saber, metro a metro, las características del fondo. Si localizamos muchos obstáculos bajo el agua es recomendable realizar un croquis donde ubicaremos cada uno de ellos. Este pequeño plano lo guardaremos aún después de la sesión, nunca se sabe cuando nos puede servir de nuevo. Actuando de esta forma sabremos cuales son los mejores puntos para colocar nuestros cebos de anzuelo y por otro lado, en los que podríamos perder el pez.

Básicamente existen dos métodos para sondear:

  • Utilizando una barca equipada con ecosonda. Esta forma es la más rápida y sencilla, con sólo dar algunas vueltas por el pesquil localizaremos tanto los posibles puntos calientes (o hot spots) como los obstáculos. Estos últimos hay que marcarlos con una pequeña boya ya que la percepción de la distancia es diferente desde orilla que desde la barca. Usar grandes lastres con pequeñas boyas tiene la ventaja de que éstas se sumergen fácilmente en caso de que el pez cruce la línea, evitan el enredo y siguen cumpliendo su misión, marcar la ubicación exacta.
  • Ayudándonos de una boya y de un plomo rastreador. En algunas masas de agua está prohibida la navegación así como en competiciones oficiales, y este método, aunque más lento y laborioso, es igual de efectivo que el anterior.

Paso a Paso como atar

Pasamos la línea por la anilla del vástago.

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Atamos el cabo a la boya mediante un nudo swivel.

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Conectamos el conjunto y a trabajar!

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El sistema del plomo rastreador consiste en arrastrar pausadamente la pesa por el fond

Partimos con una posición horizontal de la caña, tensamos la línea, la sujetamos con la mano y levantamos la caña muy lentamente. Esta acción nos permite sentir las vibraciones en la mano, en nuestra caña y especialmente, en el puntero. Es preferible utilizar una línea trenzada que transporta las vibraciones de manera más eficaz debido a la carencia de elasticidad. Esta técnica de sondeado no es complicada aunque lleva algún tiempo perfeccionarla. Para aquellos que estéis empezando os recomiendo que hagáis pruebas realizando lances paralelos a la orilla o incluso fuera del agua e ir relacionando las diferentes formas de actuar del plomo identificando cada tipo de fondo: piedras, cieno, grava, arena, arcilla… Simultáneamente nos permite medir la profundidad liberando hilo del carrete hasta que salga la boya a la superficie. Para hacerlo de un modo sencillo pondremos una marca en la caña a un metro del carrete e iremos sacando hilo a tramos medidos.

De nuevo repetiré que sino nos convence lo que acabamos de “ver” bajo del agua, lo mejor que podemos hacer es recoger los bártulos y seguir buscando otra zona que cumpla nuestras expectativas. Más vale perder unas horas que no toda una sesión viendo las nubes pasar!

Puedes leer el relieve en el fondo

Una vez examinado y reconocido el relieve de nuestro puesto de pesca e identificados los puntos calientes, procederemos al cebado. Considerando que tenemos “vecinos” próximos a ambos lados y casi seguro que alguno de ellos habrá cebado en exceso, nosotros realizaremos un cebado ultraligero, de los que crean atracción sin dejar prácticamente nada sólido que comer. Las grandes carpas no suelen entrar a cebaderos copiosos y esporádicos por lo que descartaremos un cebado inicial grueso. Siempre hay posibilidad de añadir más comida en caso necesario, pero si nos pasamos no podremos sacarla del agua! El cebado estará compuesto por pequeñas partículas, semillas y boilies triturados, y engodo de superficie o surface.

Componentes para el cebado.

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Vertemos el engodo seco y, trituramos semillas y boilies con el Krusha.

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Mezclamos todos los componentes vigorosamente añadiendo el agua necesaria.

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Si disponemos de barca y el lugar es navegable, cebaremos los hot spots con 8 ó 10 bolitas del preparado anterior del tamaño de una nuez y cubriendo una superficie de 4 metros cuadrados (2m x 2m) para cada caña o por lo menos para dos de ellas. Comprobaremos que estas bolitas se deshacen a medias aguas, formando una nube que favorecerá la expansión de olores antes de llegar al fondo, donde también creará un manto de mini partículas muy atrayente.

cohete_rocket_korda

Si no puedo meter la barca como puedo cebar?

Si por el contrario no podemos meter la barca o simplemente no queremos, usaremos los cohetes cebadores que se fabrican para tal fin, son un modo rápido y eficaz de poner partículas y cebos libres en las posiciones elegidas. En el caso de necesitar cebar a largas distancias, lejos del alcance de los rockets convencionales, echaremos mano de pequeños cohetes como el skyraider de korda. Este modelo tiene un diseño cónico que lo hace muy aerodinámico y sus aletas curvadas le dan la estabilidad necesaria durante el vuelo, ayudándole a mantenerse más tiempo en el aire. Gracias a cohetes de este tipo sobrepasaremos los 100 metros de distancia sin mucho esfuerzo. Un par de lances sobre cada postura será más que suficiente. Es importante dispersar el contenido del cohete y evitar que se vacíe por completo en el mismo punto, para ello sólo tenemos que frenar sutilmente la salida de hilo de la bobina de nuestro carrete justo unos metros antes de que el rocket entre en contacto con el agua e inmediatamente después dar varios cachetes rápidos. Este simple gesto hará que el cohete vierta su contenido en un par de metros. No olvidéis nunca protegeros el dedo índice para prevenir cortes indeseados.

Suelen ser más sigilosos

En estos lugares, los peces están muy resabiados porque la inmensa mayoría de ellos ya han sentido el sabor del acero en su boca. Suelen ser más sigilosos a la hora de comer y salen despavoridos a la más mínima señal de peligro. A partir de este momento intentaremos hacer el menor ruido posible. Está demostrado que las carpas detectan las vibraciones que producimos al andar, por no hablar del ruido que hacemos al abrir y cerrar la puerta del coche. “Es cierto que en aquella ocasión llegaron a mi lado unos domingueros derrapando con el coche, pusieron la música a todo volumen, echaron las cañas y mientras yo no tuve un toque en las mías, ellos sacaron un carpón.” Esta historia la hemos escuchado todos, también es verdad que al comprar un solo billete de lotería te puede tocar el gordo, pero la estadística no falla, las probabilidades de que ocurra esto son muy bajas. Si nosotros hacemos las cosas bien lo normal es pinchar peces. Siguiendo en la línea de la discreción y pasar desapercibidos, es recomendable alejar el coche de nuestras cañas para evitar reflejos indeseados que delaten nuestra situación, sobre todo cuando pescamos en distancias cortas.

Llegados a esta parte me gustaría dar un pequeño repaso a los montajes.

Usaremos un plomo inline pesado (100-150gr), bajos muy cortos (10-12cm) y anzuelos con punta curvada sobre fondos duros y por el contrario, plomo ligero con perrillo (50-70gr), bajos más largos (20-25cm) y anzuelos de punta recta en fondos blandos incluyendo algas. El grosor y resistencia de los elementos del montaje irá en relación a la demanda del pesquil pero ajustaremos al máximo porque hay una cosa clara y evidente, contra más pequeño es un anzuelo antes se clava y menos posibilidades tiene la carpa de librarse de él. Respecto al sedal, la única situación en la que sería necesaria una línea madre de diámetro grueso, 0,35-0,37mm, es cuando necesitemos parar al pez en seco y evitar que se introduzca en algún obstáculo, en el resto de ocasiones bastará con un puente de fluorocarbono, aguantará bien la abrasión y el roce, tanto con árboles como con piedras.

Que es lo mejor cebo para carpfishing?

En el tema de los cebos de anzuelo no me voy a detener mucho, personalmente empezaría poniendo un clásico, una pequeña ristra de 3-4 granos de maíz dulce, otra caña con un boilie de 10-15mm del sabor de los que añadí en el cebado y por último pero no por ello menos efectivo, un boilie flotante fluoro.

Bien, por ahora hemos seleccionado un escenario que cumple unos requisitos, hemos examinado el fondo y encontrado puntos interesantes donde la carpa podría comer, hemos cebado las aguas en dichos puntos, montados los equipos, realizados los montajes y elegidos los cebos. Ahora llegó la hora de lanzar nuestros engaños, pero para sorpresa de muchos, yo sólo situaría una de mis cañas dentro de las áreas cebadas, otra de ellas irá en la periferia, o lo que es lo mismo, a 2-3 metros del cebado y la última en un hot spot sin un gramo de comida libre, sólo mi cebo de anzuelo. Por lo general esta caña suele ser en la que pongo el popup de color fluorescente. Las carpas grandes se suelen acercar a las áreas cebadas pero no entran a comer sino que toman los cebos dispersos fuera de la concentración de comida, por ello sitúo mis cañas de esta manera.

plomos traseros kordaPara impedir que la carpa se percate de nuestras líneas y huya al percibir el peligro, procederemos a pegarlas al fondo mediante el uso de plomos traseros. En el mercado hay una gran variedad, aquí vamos a ver los dos más importantes. Los primeros son los plomos voladores, éstos se colocan en la línea principal antes de lanzar el montaje, se desplazan libremente por el sedal durante el lance retrasando su posición con respecto a la plomada principal. Al sumergirse los dos plomos, provocan que la línea comprendida entre ambos permanezca literalmente pegada al fondo, haciéndola indetectable para los peces. El segundo tipo son los plomos traseros de clip, se enganchan una vez lanzado el montaje y logran que toda línea permanezca adherida al lecho del lago. Si el relieve del fondo es uniforme se pueden utilizar cualquiera de los dos modelos, y dependiendo de la distancia del hot spot, pondremos los voladores para larga y los de clip en corto. En el caso de tener delante de nuestras cañas una pendiente con desniveles pronunciados, montaremos exclusivamente un plomo volador de gran calibre, volará lo suficiente como para colocarse después del desnivel y por lo menos mantendremos escondidos esos últimos metros justo antes de nuestro cebo de anzuelo. También es importante no realizar un fuerte tensado de las líneas ya que levantaríamos el plomito trasero y éste no podría cumplir su verdadero cometido.

Durante las sesiones de más de 24h estaremos muy atentos a los intervalos comprendidos en el amanecer y el anochecer ya que como comenté al principio, las carpas se activan más y suelen dejarse ver. Si contemplamos signos de actividad por una zona concreta no dudaremos en poner un cebo en ella, sin olvidar lo más valioso, examinarla en las horas que no haya movimiento para sacar las conclusiones oportunas y comprender porqué en esa área.

Después de todo este duro trabajo sólo nos queda esperar la ansiada picada y quién sabe si será el carpón de su vida!

Terminando estas líneas me gustaría hacer un llamamiento a todos los pescadores que frecuentan embalses tan míticos y masificados como Sierra Brava, Mequinenza, Caspe y ríos como El Tormes, Guadiana, Ebro, Tajo… señores es una auténtica pena ver el lamentable estado de las orillas, recojamos toda la basura, aunque no sea nuestra y demos ejemplo. Creo que a nadie le gusta pescar en medio de un estercolero, por ello, también hay que concienciar a las personas que “olvidan” sus bolsas de basura entre los arbustos así como a los que dejan kilómetros de papel higiénico esturreado por el campo. Verdaderamente, ¿qué trabajo cuesta llevarse la basura en el mismo hueco que llegaron los envases llenos? Tenemos que cuidar y respetar el medio ambiente, es el legado que dejaremos a nuestros hijos.

Artículo escrito por Frank Granados